lunes, 21 de marzo de 2016

PERDIDO



Me perdí en una rutina de sonrisas
en convertirme en un trilero de rostro
que viajó mil veces a la nada,
por coger últimos trenes que no tenían destino.

Me perdí en deshacer mis mentiras
en estrenar bonitos zapatos
que solo servían para caminar
una y otra vez por el mismo lugar.

Me perdí en despreciar mi ignorancia,
en educar  mi paladar al rancio sabor
que deja en tu alma, el aplauso del necio.

Me perdí en la conquista de la alegría
en el orgullo del vencido
que rápido se levanta en busca una nueva batalla.

 Me perdí gritando silencio al miedo
en la arrogancia infinita del maestro,
que vendió su papel de aprendiz a la enseñanza divina.

Me perdí en las agujas de un reloj
en una ciénaga de besos de lomo
en un lienzo de ojos acusadores
en una promesa futura
en respirar de puntillas
en correr tragándome lágrimas
en ensayar mi vida dormido,
me perdí.

Y ahora estando perdido, es donde empiezo a encontrarme.




No hay comentarios:

Publicar un comentario