Mucho tiempo llorando a escondidas,
y hoy abro mis puertas de par en par.
Quiero que sean tus ojos malditos
los ojos, que me vean llorar.
No necesito consuelos ajenos
por que esos, no me duran nada,
mis lágrimas al caer ya no duelen
solamente mojan mi cara.
Tus desprecios ya no son mi condena
ni tus putos insultos harán de verdugo
mi cuerpo es un cuerpo perfecto,
y ahora se ríe desnudo.
No quiero entender tu dialecto
de caricias vendidas y besos a oscuras,
soy una emergente isla de luz
en medio del mar de tus dudas.
No busques en mí el ataúd, donde
enterrar todos tus miedos,
solo mis pies pueden bailar
por encima de mi Ego.
No quiero saber nada de ti
ni quiero oír tu voz envenenada,
quiero volver a volar y tú,
me robas el polvo de hada.
Y a bailar, feliz con mi soledad,
regateando hábilmente al fracaso
que me doy el permiso infinito,
para ser la dueña de mis pasos.
martes, 24 de septiembre de 2013
viernes, 20 de septiembre de 2013
CONFIANZA
Esta a mi lado y confío ciegamente en ella, pero no atrevo a dar el ultimo paso.
El miedo se ha adueñado de mi cuerpo y lo mantiene paralizado. Soy incapaz de tomar una decisión.
Cierro los ojos deseando que sea el viento quien decida por mí. No lo hace.
Ella sigue a mi lado esperando que reaccione, pero no hago nada.
Sigo quieto y creo sentir su decepción clavándose en mi espalda.
Pero no es eso, tan solo es su mano que va empujando lentamente para que afronte mi destino.No puedo más y exploto:
- ¡Mama estás loca! ¡No podemos volar!
Ella me sonríe dulcemente, después, salta.....
jueves, 12 de septiembre de 2013
UN MUNDO REAL
Hola a todos; esta vez voy a explicar el porque de mi relato e irremediablente el tamaño de esta entrada sera mucho mas largo de lo habitual,pero creo que es necesario una pequeña explicacion.No hace mucho colaboré con Diabolo Dance,una pequeña compañia ameteur de balie, en la contruccion de un musical titulado Mujeres.Dicho musical seria representado en Arganda y toda la recaudacion iria a benefecio de una asociacion llamada Apsa,dejo aqui el enlace para quien quiera ver de que va http://www.asociacionapsa.es. Unos dias despues de representar el musical,la madre de una niña que disfrutaba de dicha asociacion, nos hizo llegar, a traves de Gema (bailarina que trabaja en Apsa) una carta muy emotiva. (Aqui la dejo para que la leais)
Diabolo Dance decidió contestar la carta y entoces surgió este cuento.
UN MUNDO REAL
- Erase una vez un pequeño reino perdido en el cual todo marchaba según lo previsto. Nobles y campesinos disfrutaban de una vida tranquila y feliz, y todos se alegraban del nombramiento de sus nuevos reyes.
Pero a veces nada sale como se espera, y lo que parecía sencillo se torna muy
complicado. A cada cual le compete afrontar esta situación del modo que elija:
maldiciendo su suerte o por el contrario, sonriendo a las dificultades.
Existía una ley que todos los monarcas debían cumplir.
Pasados cinco años de su coronación estaban obligados a tener descendencia y
por lo tanto, un hereder@ que ofrecer a
su pueblo, de no ser así, los nobles del reino podrían sustituirlos.
Nuestros reyes, pronto tuvieron la buena noticia del
embarazo de la reina. La alegría invadió todo reino. Fueron muchos los festejos
que organizaron los reyes para compartir su felicidad. Estaban entusiasmados
por el nacimiento de su retoño, y durante los siguientes nueve meses ambos
fueron alimentando sus ilusiones y esperanzas sobre cómo sería el futuro de su primer
descendiente.
Y llegó el ansiado día del nacimiento; fue una niña, y la llamaron
Iciar. Todo el reino celebraba la llegada de su princesa, pero en los aposentos
reales, la alegría se había tornado en incertidumbre. La pequeña Iciar tenía
una mirada distinta, era un bebe fuerte y sano pero algo la hacía diferente a
todos. Los reyes estaban asustados, no sabían muy bien qué hacer. Durante tanto
tiempo se habían preparado para cualquier situación y ahora se sentían
impotentes; no sabían cómo actuar. Así que decidieron hacerlo con la mayor
naturalidad posible siguiendo el protocolo
real. Presentaron a Iciar al resto de nobles, pero el silencio se hizo patente
en la sala. Pronto se desató la
discusión. Los nobles no querían a Iciar como princesa, pero el rey y la reina
defendieron a su pequeña con uñas y dientes.
Los reyes, sabedores de su derrota si entraban en una guerra por el
trono, aceptaron dejar su cargo y renunciar a los derechos de sucesión de su
niña. Se marcharon del palacio comenzando una vida alejándose de todos, y la
tristeza se adueñó de ellos. No sabían por qué les estaba pasando esto, y lo
que les hacía sentirse mucho peor es que a veces ni siquiera sabían cómo tratar
a su pequeña. Pero a pesar de todo, siempre encontraban algo con lo que hacer
sonreír a su hija. Esa sonrisa se
convirtió en su dosis de felicidad diaria.
Hasta que un día nuestro antiguo rey, volvió a casa con una
inesperada noticia. Un viejo amigo le había contado que dentro del bosque,
encontró un Castillo habitado por un grupo de personas que podían ayudar a su
pequeña. No sabía si eran magos, brujas o hechiceras, pero estaba convencido de
que eran capaces de ayudarla. Al oír
esto su mujer volvió a llenar su corazón de esperanza, “tal vez todo puede
cambiar” (pensó mientras besaba a su hija)
A la mañana siguiente
se levantaron muy temprano y partieron los tres en busca del Castillo. Para su
sorpresa, lo encontraron con mucha facilidad. En la puerta, una mujer con una
enorme sonrisa pareciera que los aguardara. Los invito a pasar, y una vez
dentro, lo que vieron sus ojos les hizo llorar de alegría. En el interior del Castillo
había niños y niñas con la misma mirada que Iciar y por primera vez en mucho
tiempo dejaron de sentirse solos. Allí también estaban los papás y las mamás de
todos ellos, y bastó un cruce de miradas para empezar a ser comprendidos. Desde
ese día, los viajes al Castillo se hicieron una rutina, y la pequeña Iciar fue
creciendo y aprendiendo del modo que
ella necesitaba, ¡sus padres estaban tan orgullosos de ella!
Todo marchaba bien, hasta que una mañana, apareció un
destacamento del ejército real a las
puertas del Castillo. Un general leyó un comunicado:
“Este Castillo y todas sus tierras de cultivo, pasan, desde
el día de hoy, a ser propiedad de su majestad Avaritias. Se ordena a todo aquel
que se halle en su interior, lo desaloje lo antes posible. Si pasadas dos horas alguien permaneciera
dentro, podrá ser castigado por el ejercito real”.
Nuestro antiguo rey reconoció al general, y salió a hablar
con él.
-
Viejo amigo: Ninguna de las personas que hay en
este Castillo lo va abandonar voluntariamente. Vas a tener que matarlos, y será
una masacre. Jamás han empuñado una espada, pero les sobra coraje para no
amedrentarse ante ellas. Te ruego, por la amistad que nos unió en el pasado, no
cometas una atrocidad, de la que seguro, te arrepentirás más tarde.
El viejo general reflexionó unos instantes y accedió a la
petición de no atacar, pero no antes de advertirles, que el rey siempre
encontraría a alguien dispuesto a cumplir la orden de tomar el Castillo.
Los padres de Iciar sabían que el general tenía razón ,y
decidieron ir a hablar con el rey Avaritas para intentar hacerle cambiar de
opinión. Los acompañó la pequeña Iciar, y aquella mujer de enorme sonrisa que
los recibió a las puertas del Castillo, hace ya algún tiempo.
En la audiencia real trataron de convencer al monarca para
que se olvidara de tomar el Castillo, pero éste, no hizo caso a su petición.
Más bien al contrario, les explicó qué uso iba a dar al Castillo cuando lo
tomara. A cambio de 2.000 monedas de oro anuales dejaría vivir en él, a unos
primos lejanos suyos. Al escuchar esto la madre de Iciar estalló en cólera:
-
¡Por 2.000 monedas de oro, maldita sea! ¡El
tesoro real es inmenso! Yo lo sé muy bien. No hay ninguna necesidad de dinero, ¿por
qué lo haces?
-
Porque es muy injusto que todos los súbditos del
reino paguen sus impuestos, y solo ese Castillo no lo haga. Como rey debo
impartir justicia, es mi labor, deberías saberlo, y además no sé muy bien qué
es lo hacéis allí dentro.
-
Lo único que se hace allí dentro, majestad, es ayudar
a que niños como mi pequeña Iciar aprendan.
-
Muy bien, mostrádmelo, pues. Veremos qué ha
aprendido tu hija. Os propongo algo: Haré una pregunta a mi hijo, el tiene la
misma edad que vuestra pequeña. Luego haré la misma pregunta a Iciar, y veremos
cuáles son sus respuestas.
El rey llamó a su hijo y le formuló la pregunta:
-
¿Desde dónde gobierna el rey?
El muchacho, con mucha seriedad, fue caminando hasta el
trono real y se sentó en él.
-
Muy bien muchacho. Ahora le toca a Iciar. (Pero
ni siquiera sabrá lo digo, pensó).
Iciar escuchó la pregunta del rey pero no contestó, fue
hacia el hijo del monarca -que estaba sentado en el trono con gesto muy, muy serio-
lo cogió de la mano y juntos fueron hacia una ventana. Iciar señaló un pájaro
que volaba y luego, extendió sus brazos, y empezó a correr y a gritar por toda
la sala. El hijo del rey soltó una enorme carcajada.
- ¿Queréis que os interprete la contestación de mi hija,
majestad?
- ¿Qué contestación?
- Le preguntásteis desde dónde gobierna el rey. Su respuesta
ha sido: “Desde el corazón”, majestad, desde el corazón. Convendría que no lo
olvidárais.
El rey calló durante unos minutos. Se notaba que no sabía
bien qué tenía que hacer, pero al final, habló:
-
Podéis quedaros en el Castillo, pero solo si
mañana por la noche tengo las 2.000 monedas de oro. Si hacéis esto cada año
podréis seguir utilizando el Castillo.
Regresaron todos rápidamente para contar la noticia, y así
poder tratar de reunir las 2.000 monedas. Entre todos consiguieron juntar 1.400
monedas; no eran suficientes. Estaban desolados, no sabían qué hacer para
reunir las 600 que faltaban. De repente, sonó la puerta del Castillo. Era un
grupo de bufones danzantes que buscaban cobijo y un lugar donde pasar la noche.
Fueron muy bien acogidos en el castillo, mucho mejor de lo que esperaban.
Durante la cena los
bufones danzantes se enteraron del problema que padecían todos los residentes
del Castillo, y tuvieron una idea peculiar. Ya que ellos habían sido ayudados
querían ayudar a sus nuevos amigos. Toda la recaudación de la función que
mañana harían en el pueblo la donarían al Castillo, y estaban convencidos de
que sería más que suficiente para poder completar las 2.000 monedas que el rey
solicitaba. Y así fue como pagaron a su majestad Avaritias las 2.000 monedas de
oro. Dice la leyenda que desde ese día, los bufones danzantes y los habitantes
del Castillo, se unen cada año para ayudarse.
Se dice también que toda esta historia es una historia real,
pero ¿cómo voy saberlo yo? Si solo soy un pobre bufón que un día, encontró
cobijo dentro de un Castillo.
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